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-La revalorización del piso nos hará ricos.-Los planes de pensiones son seguros.
-En la Seguridad Social tengo otra hucha.
-Las deudas las pagará la inflación. Con el paso del tiempo y a tipos bajos, los pagos de la hipoteca se harán muy llevaderos.
-Podremos seguir endeudándonos. Las cosas se compran a crédito. Sin necesidad de ahorrar, podremos pasar del pisito a un pisazo.
-Nunca me faltará el trabajo por mucho tiempo.
-En año y pico saldremos de la crisis.
-Mi sueldo no hará más que subir.
-No aumentará la presión fiscal. Si suben algo los impuestos será a cambio de más servicios públicos.
-El estado de bienestar corre con muchos gastos y riesgos. Sus coberturas son cada vez más amplias.
-Podré trabajar hasta una edad avanzada, si quiero. Y así ganar más durante más tiempo.
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Me estoy acordando de algo que decía don Dalmacio Negro en aquellas clases magníficas. La situación económica que favorece las revoluciones no es la pobreza sino la decepción que sigue a una fase de exageradas expectativas, cuando éstas se ven defraudadas.
Genial D. Dalmacio, as usual.
ResponderEliminarSe me ocurre al menos una expectativa más que quedará incumplida:
- esta crisis va a ser larga. Durará uno o dos años más.
Un saludo
Pues sí, Séneka. A don Dalmacio no es que se le perdone que sea liberal. Es que yo creo que no es liberal.
ResponderEliminarY otra expectativa que no se cumplirá es esa de
salir en uno o dos años. Para que se empiece a recuperar el empleo, pon más años que esos. Y para volver a niveles de empleo anteriores... muchos, muchos años.
Con tu permiso, edito la entrada con tu aportación.
"¡Galeotes! Se os mantiene con vida para que reméis. Así que, remad y vivid"
ResponderEliminarEs la frase que a mi juicio mejor engloba lo que nos espera de aquí a diez años.
¿De verdad crees que quieren que vivamos? ¡Qué optimista, Capitán! Bienvenido.
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