sábado, 5 de junio de 2010

El hacha de San Bonifacio

Hoy es San Bonifacio, Obispo y Mártir, monje inglés que evangelizó Alemania en la primera mitad del s. VIII. Cumplió esta vasta misión en estrecha sujeción a Roma. Fundó varios obispados y una constelación de monasterios con cabeza en Fulda. Me gusta verlo representado así: con el hacha, talando el roble idolátrico. La estampa recoge una escena repetida en varios lugares. Para desarraigar la idolatría, Bonifacio se iba derecho al árbol sagrado de cada tribu y lo talaba. La reacción de los paganos era variable. Pero con frecuencia quedaban consternados y él aprovechaba para hablarles del verdadero Dios encarnado, que murió por nosotros en el árbol de la Cruz. Por supuesto, San Bonifacio murió mártir a manos de unos frisones a los que intentaba convertir.

Así han sido los santos de todos los tiempos. ¿Y hoy? Hoy los buenos católicos, como siempre, son pocos. Pero también blanden el hacha y desafían al mundo derribando sus ídolos intocables.

4 comentarios:

  1. Muy bueno, Mendrugo. Así deberían ser todos los obispos.

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  2. Bienvenido, Pablo. ¿Todos los obispos mártires? Más que de San Bonifacio, tú pareces devoto de los frisones que le apiolaron.

    Me has recordado la anécdota de aquella señora que le preguntó a un páter por qué llevaba la sotana ribeteada de rojo.

    —Es que soy cura castrense.
    —¡Muy bien! ¡Así deberían estar todos los curas!

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  3. Son mis favoritos: Los obispos mártires (ya martirizados, quiero decir). Yes.

    A parte de esto, le tengo mucha devoción a San Bonifacio porque es mi padrino.

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  4. Gracias por venir, don Terzio. Sí: son los obispos mejores. Y San Bonifacio un buen padrino, pero espero que no haya bautizos. Que no nos toque vivir ocasiones de eso, pero si las hay, que San Bonifacio nos dé a todos fortaleza para aprovecharlas.

    Su deferencia me obliga mucho.

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