lunes, 10 de mayo de 2010

Del enemigo el chantaje

¿Te crees que te lo van a premiar? No caigamos en la tentación de apaciguar a nuestros enemigos cumpliendo alguna de sus exigencias: usar su lenguaje ambiguo o su razonamiento perverso, concederle lo que es falso, mostrarnos moderados…

«Le decían al cura, tembloroso junto al zanjón:

»—Blasfema, y te perdonamos la vida.

»Entre tantos curas heroicos, aquel era una excepción. Tenía miedo. Dijo una irreverencia. Entonces le pegaron un tiro. Y comentaba el jefe, con una preocupación teológica:

»—Así es seguro que va al infierno».

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